MENSAJE
DE CATA
Hola
Javi, tengo que contarte algo importante, más que nada para avisarte por si a
ti te sucede lo mismo. Resulta que el otro día me mandó un mensaje un tal Rafa,
aparentemente majo y me invitó a ir con él y con sus amigos a una discoteca
para Singles. Yo como nunca había tenido tal experiencia, me animé y así le conocía.
¡Pabernos matao! lo que me encontré. Me
dijo que tenía 40 años y me encontré a un hombre de unos 60 años, cojo, medio
sordo y lo peor, llevaba unos pantalones amarillos fosforitos, una camisa
ceñida de rayas y unas bambas rojas. Yo creí que era uno que habían disfrazado para
atraer a gente mayor a la discoteca, ya que son los que se dejan las pelas en
copas. Bueno, ya sabes que yo soy muy tolerante, así que pasé por alto la
mentira de la edad y la vestimenta de Rafa y me aventuré a conocer a su gente, ¡madre
mía, lo joven que era Rafa al lado de los amigos que le acompañaban, pues la
más joven, Marina, 65 años, tenía un trajín con la dentadura que yo no sé ni
cómo no le salió disparada y me dio en el ojo y Sebastián tenía tal tembleque
que para darme dos besos me recorrió la cara, de norte a sur y de este a oeste!
Bueno,
yo entré con la panda de abueletes en la Disco y claro, parecía la reina del
mambo, debieron pensar que era la cuidadora de los ancianos de la residencia de
enfrente y me los había traído de excursión a conocer “Madrid, La Nuit”. El
caso es que fue darme la vuelta 5 minutos para pedirme una bebida, pues estaba
sedienta de tanto sofocón y cuando me quise dar cuenta, Rafa y sus colegas
estaban en la pista de baile como locos saltando y haciendo hasta break dance.
Yo estuve a punto de llamar al 112 porque temía por la espalda o por la
prótesis de alguno, pero vamos que vi tal agilidad que me dio hasta envidia.
Marina, la de 60 años de la dentadura movible, llevaba tal contoneo de caderas
que la hicieron corrillo los chavales que había en la pista. Ismael y Luis, de
65 y 72 años respectivamente, sujetaban una cuerda cada uno por un extremo
mientras Marisa, de 67 años, pasaba dando palmas con la cabeza para atrás tipo
cosaco. Yo estaba asustada porque no sabía si me iba a tener que llevar los
restos de los abuelos en cajas, ¡menuda paliza se estaban dando!
No
conformándose con eso, Rafa vino a buscarme, me tiró del brazo y de repente
empezaron a mantearme y me vi volando de un abuelo a otro sin poder decir ni
mu, vamos que al final la que casi acabo en urgencias soy yo.
Resultado
de la tremenda noche de marcha con mis amigos de la “resi”, me fui a las 5 de
la mañana destrozada y ellos se quedaron, llevo dos días sin poderme mover de
la cama porque me duelen hasta las pestañas y he cambiado de teléfono para que
Rafa y sus amigos no me localicen, más que nada para poder seguir viviendo.
¡Qué
experiencia Javi! A Marina le gustan de tu edad, así que si te escribe, ¡no
caigas o morirás….! Su perfil es fácil de conocer, tiene la foto de la Barbi
Dance L.
Un
abrazo.
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