Hola
Javi, ahora si que se ha liao parda, te cuento:
Resulta
que después de la conversación telefónica con Ismael, se me presentó en casa
con la maleta como un alma en pena, la mete patas de mi prima, aquella que te
presenté ¿te acuerdas? Como no se sabe estar calladita, le dijo mi dirección,
es que vaya boquita que tiene la niña, fíjate que sólo te vio una vez y ya fue
al pueblo a contarle a todo el mundo que se había echado novio, se cree que vas
a ir a verla y todo, en fin, volvamos al tema de Ismael. El caso es que se
presentó en mi casa y chico, yo no valgo para dejar a nadie tirado, así que le
di cobijo.
Me
dio una semana en casa que ya no sabía dónde meterme, ya sabes que yo soy muy
burra y si digo que no es que no, pero el tío no paraba de insistir, me traía
el desayuno a la cama y se sentaba a mi lado porque decía que tenía frío y se
sentía solo pero cuando me descuidaba, ya estaba buscando la madalena debajo de
la sábana, claro que se llevó varios manotazos y un dedo morao, con el que
quiso investigar, se lo aplasté con la taza del café.
Cuando
me metía en el baño para ducharme, qué casualidad que siempre había algo dentro
que le urgía y me abría la puerta, se intentó meter varias veces a saco en la
ducha conmigo, la última vez, salió con mi gorro de baño rosa con flores puesto
en la cara y atado al cuello con una cuerda, sí, lo sé, me pasé un poco, casi
le ahogo, salió morado y todo el pobre muchacho, pero el jodío quiso
aprovecharse diciéndome que le hiciera el boca a boca, yo llamé a la vecina que
tiene 80 años y está acostumbrada a hacérselo al marido, que está el pobre
hombre casi como un vegetal y no se entera, pero Ismael sí se enteró y muy
bien, acabó con la dentadura de la abuela puesta en su boca, lo sé, fue muy cruel
por mi parte ponerle corega en las encías antes de la operación boca a boca de
la abuela, pero fue fácil convencerle, le dije que era un colutorio especial
para besar, como está tan salido, pues picó, el pobre.
Después
de aquello, yo pensé que desistiría y se iría, pero que va, anteayer ya fue el
colmo, cuando llegué a casa me lo encontré en la cocina, totalmente en pelotas
y sólo con un delantal muy cortito, como no está muy bien dotado, precisamente,
el muy falso se había puesto un pene de goma de los del sex shop, atado con una
cuerda, y le asomaba por debajo, pero como era rosa, rosísima, parecía que se
le había quedado pegada una salchicha fresca en el delantal, pobre muchacho, un
cuadro, quiso excitarme y sólo consiguió que le hiciera una foto para mandarla
a mi grupo de amigas, menudo cachondeo nos pasamos toda la noche. El pobre
Ismael se metió el sólo una botella de vino y cuando no pudo más se fue
desconsolado a la cama, sólo, como un alma en pena.
Al
día siguiente me sentí fatal, el pobre estaba con un resacón tremendo muy
deprimido y me dijo que desistía, que se marchaba, yo le dije que no era
necesario, que me perdonara y que iba a intentar ser amable con él y darle una
oportunidad, se la había ganado, pero poquito a poco, que me fuera conquistando
como cuando nos conocimos.
Entonces
Ismael, se animó y nos fuimos a dar un paseo juntos al parque, fue una mañana
maravillosa, hablamos, nos reímos, parecía que nos acabábamos de conocer,
entonces no había rencor ni malos rollos, estábamos muy a gusto.
Cuando
llegamos a casa, nos hicimos juntos la comida, entre tonteos, caricias y ya
algún besito que otro, la sobremesa y la siesta prometían…, pues yo ya me
estaba venciendo ante sus encantos, con los que me había conquistado en su día.
Pero ¡ah amigo! Poco duró la alegría y pronto vino mi gozo en un pozo. Resulta
que la famosa foto del delantal había llegado al móvil de mi prima, la boca
rana y no se la había ocurrido otra cosa que convocar a la mitad del pueblo en
un bar para enseñarla, como nunca la hace caso nadie, claro, quería llamar la
atención con semejante alimento de cotilleo. ¿Y a que no sabes quién vio la
foto….?
La
de los melones, la frutera, así que la faltó el tiempo para presentarse en
Madrid. En efecto, estábamos ya terminado de comer, con el vinillo, más tontos
que tontos, Ismael se había quedado en ropa interior y me estaba haciendo un
baile provocador, cuando de repente, llamaron a la puerta. Ismael fue abrirla y
yo sólo pude oír un tortazo tremendo y unos tacones acercarse al salón a gran
velocidad, de repente vi aparecer a la melones con cara de poseída, que hasta
la habían crecido los pechos, lo mismo eran de los de aumento progresivo,
porque madre mía, detrás venía el pobre Ismael con la cara morada y una mano
marcada en todo el moflete, de la leche que Dña. Piña Colada le había endiñado.
La
melonera se puso delante de mí, en jarras desafiándome:
“¡Y
tú! ¿qué? ¿todavía no te has enterado que éste es mío? ¿Cómo te doy, con la
mano abierta o cerrada?”
“Bueno,
disculpa, pero me dijo que le habías dejado por el del calabacín gordo, perdón,
el que te trae los calabacines, je,je.”, la contesté.
“¿Cómo?”
gritó furiosa y en ese momento, la frutera lozana, se giró hacia Ismael y le
volvió a propinar un segundo bofetón y éste fue más fuerte todavía hasta el
punto de que mi pobre ex cayó sobre el sillón del impacto, joer con la
melonera, pensé, “¿estará yendo a clases de kick boxing?”
Como
no quería ser la próxima en probar su puño, porque a mí me amenazaba con la
mano cerrada, me puse en pie y la dije:
“Mira
Laurita, maja, dulce manzanita, que eres lo más bonito del pueblo y lo más
grande, llévate de aquí a tu salchichita fresca contigo y a ver si tú le quitas
el calentón que lleva teniendo toda la semana, que me da a mí que está falto de
cariño, mujer, yo te le regalo, de verdad”
En
ese momento llamaron a la puerta y todos giramos la cabeza hacia ella. A ver
quién es ahora, dije, lo mismo la vecina que viene a por la dentadura o hacerle
otra vez el boca a boca a tu chico, je,je.
La
frutera me miraba sin entender nada e Ismael si hubiera podido me hubiera
asesinado en ese mismo momento.
Cuando
abrí la puerta ¡ahí va Dios! Alberto, mi segundo ex novio, venía con ramo de
flores en mano y con sonrisa de oreja a oreja, claro, sólo hasta que entró y se
encontró a la melonera pegándose el revolcón en el sillón con Ismael en
calzoncillos y es que sólo en el medio minuto de ir yo a abrir la puerta, los
dos tortolitos se habían reconciliado y se estaban dando el lote padre.
“¡Hola
Cata! Parece que te pillo en mal momento, ¿Tenéis orgía? Je,je, no sabía que te
iban los tríos” dijo Alberto.
“Bueno
Alberto, no es lo que parece, bueno, lo de ellos sí, evidentemente es lo que
parece, pero yo no pinto nada en la historia, es un tema largo de explicar, si
quieres damos un paseo y te cuento, porque estos tiene para rato”, le dije.
“Como
quieras cielito, seguro que es otra de tus friky historias, pero más vale, lo
malo conocido que….., porque yo también tengo que contarte”
“Uyyyy”,
pensé, “este viene cabizbajo y arrepentido, pues se va a enterar…”
CONTINUARÁ…..