jueves, 22 de enero de 2015

Capítulo 43 -Menudo constipado

Hola Cata.

La verdad es que tu cocinero tenía telita.

Bueno, yo te contaré, que llevo tres días constipado; con toses, estornudos y algo de fiebre y todo, como siempre, por mi mala cabeza.

Me invitaron unos amigos a pasar el fin de semana en su casa de la sierra.

Nos fuimos el viernes por la tarde y ya entrada la noche, llegamos a aquella casa enorme, hecha de piedra, y que se encuentra en una ladera cerca de un pequeño lago.

Al llegar, la casa estaba helada, pero pronto entramos en calor, pues la vivienda tiene una buena calefacción y una chimenea enorme.

La cena fue agradable y yo aproveché para contar mis últimas aventuras amorosas, que por cierto, hicieron reír mucho a mis amigos.

Además de los amigos de siempre, estaban invitadas algunas personas que yo conocí allí por primera vez y entre ellas, había varias mujeres de mi edad más o menos, así que la noche prometía.

Todo transcurría de maravilla e incluso tuve la oportunidad de hablar de mi búsqueda de pareja, lo cual provocó interés en una de aquellas mujeres.

Su nombre es Eva.

Eva es una mujer con unos ojos verdes preciosos y un aterciopelado cabello largo.

En un momento dado y cuando todos hablaban los unos con los otros, Eva se dirigió a mí, y entablamos una agradable conversación.

“Bueno Javi”, dijo ella “ Y has encontrado por fin a tu Dulcinea??”.

“Pues la verdad es que no Eva, me está resultando difícil encontrar a alguien afín a mis pensamientos”.

“Pues te digo una cosa” interpeló Eva “A mi me pareces un chico muy gracioso y amable, además de educado, así que no entiendo cómo es posible que aún sigas sin pareja”.

“Pues no sé Eva, pero la verdad es que no debo gustar a las mujeres”.

“Anda, no digas tonterías, lo que pasa es que no has dado con esa mujer que entienda tu forma de ser”.

Si claro, pensé yo, aún no encontré a alguien, que pueda resistir mis meteduras de pata contínuas, mis peleas con el vocabulario y sobre todo mi mala suerte.

Se hizo el silencio en la sala, y todos mirándonos fijamente a Eva y a mí, dijeron al unísono: “Venga, animemos la velada!!!!!!!!!” .

Así que no se les ocurrió mejor idea, que irnos a bañar al pequeño lago que había cerca de la casa.

“Pero vosotros estáis locos???”, dije yo.

“Que no hombre!!!”, dijo uno de mis amigos, pero no te acuerdas cuando veníamos aquí los fines de semana y nos bañábamos todos???”.

“Si Pedro, si que me acuerdo, pero teníamos 20 AÑOS!!!!”.

“Y qué!!!”, dijo Pedro.

“Venga, todo el mundo al lago!!!!”.

Pues hala al lago, que no quería yo parecer idiota delante de todos y menos a los ojos de Eva, que parecía tener algún interés en mí.

Así que nos fuimos al lago y una vez allí………………..

“Marica el último!!!”, Gritó Andrés.

Y empezaron todos (chicos y chicas) a quitarse la ropa y a meterse en el agua helada del laguito de las narices.

Eva estaba a mi lado quitándose la ropa y yo no pude menos que hacer lo mismo.

Dios!!!! que frío hacía, pero nada, a portase como un hombre y a tirarse al agua.

Me acerqué a la orilla y metí un pié, el cual casi se me cae al rozar aquel gélido líquido.

“Jajajajaja, Javi, así no, tírate de golpe!!!!……..”, dijo Manolo.

Así que sin pensarlo dos veces, retrocedí unos pasos, eché a correr y…………..Me tiré de cabeza al agua.

No debí de calcular bien la profundidad del agua y mi cabeza rebotó con fuerza en el fondo del lago.

Menos mal que estaba blandito debido al fango, pero eso si, me dejó la cabeza color marrón glacé y el pelo lleno de plantas.

Jajajajaja…..rieron todos, mientras yo debía parecer el monstruo de lago que sale siempre en Scooby Doo.

Una vez recuperada la compostura y limpiado el cabello, decidí nadar un poco, para ver si alguna extremidad recuperaba sus funciones con el ejercicio físico.

La verdad es que pasado un rato, no se estaba mal, aunque yo estaba deseando salirme del agua.

Tras un rato, decidimos todos dar por terminado el baño nocturno y refugiarnos en el calor de la chimenea.

Fue muy agradable acercase al fuego que la leña estaba produciendo.

Me senté en uno de los sofás con mi helado cuerpo cubierto por una toalla gigante y Eva se sentó a mi lado.

“Vaya Javi”, dijo ella “Qué bien se está aquí”.

El frío se me quitó de golpe al oír aquellas palabras.

“Si Eva, se está muy bien y más con tu compañía”.

“Caramba!!!!, gracias, qué amable eres”.

Así comenzamos Eva y yo una agradable conversación, que por lo visto y entre risas, iba encaminada a comenzar una buena amistad, o quien sabe si algo más.

Dos horas después seguíamos conversando de nuestras cosas, mientras el resto pareció entender, que nos apetecía estar a solas.

Así, que fueron desapareciendo, con la vieja excusa de que era tarde y que mañana nos esperaba un día repleto de risas y emociones.

Una vez completamente solos, Eva me dijo: “Sabes Javi??”.

“Dime Eva”.

“Me caes muy bien y no me importaría nada poder compartir cama contigo esta noche”.

Glups, pensé y sin poder evitarlo dije:

“Eva, estaría encantado”.

“Por qué no nos vamos a la habitación y allí seguimos conversando??”.

“Claro, esa es una fantástica idea”, dije yo.

Las habitaciones estaban en el piso superior, y hacía allí nos encaminamos, subiendo las escaleras de vieja madera que poseía la casa.

Una vez en la habitación, y aún con la tolla cubriendo mi cuerpo desnudo, Eva me pidió que  le trajera su bolsa de viaje, que aún seguía en el coche.

Yo que estaba que no me lo podía creer, bajé al piso inferior, salí a la calle con el único abrigo de la toalla que llevaba puesta y cogí la bolsa de viaje de Eva.

Al llegar a la puerta de regreso a aquella enorme casa, comprobé que la puerta se había cerrado sola, que allí no había timbre y que no tenía llaves para abrirla.

No timbre, no llaves, no móvil, no nada……………

 Miré hacía la ventana que dada a la habitación donde se encontraba Eva, pero estaba cerrada y por mucho que tiré piedrecitas para ver si Eva me oía, no obtuve resultado, así que después de media hora, cejé en mi empeño y me senté en uno de los bancos de madera que había en el exterior de la casa.

Eva debió pensar que me había arrepentido y decidió echarse a dormir…………..

Pasar la noche a cero grados y con solo una toalla, no es bueno para la salud.

CONTINUARÁ……………..

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