jueves, 27 de noviembre de 2014

Capítulo 30 - El día después

Al día siguiente de mi primera cita con Esperanza, la verdad es que me levanté un poco decepcionado.

Yo esperaba levantarme completamente ilusionado con mi nuevo amor, pero la dura realidad fue que no.

No obstante, intenté recordar los buenos momentos de mi cita del día anterior y esto es lo que venía a la mente:

“………………………………”

Había algo que se me escapaba, así que llamé a mi amiga Cata, para ver si ella me aconsejaba.

“Hola Cata”

“Hola Javi”

“Qué tal estás?”.

“Bueno, aún cabreada con el listillo de la Filmoteca”.

“Bueno mujer tranquila, a veces pasan esas cosas”

“Si, ya……………claro!!!!”.

“A ver mujer, y cómo se te ocurre hacerle una zancadilla?”.

“Pues mira, es que me tenía hasta las narices el tío culto o más bien debería decir oculto, porque parecía un fantasma”.

“Jajajaja”.

“Mira Javi, encima no te rías eh!!!”.

“Perdona mujer”.

“Bueno, no pasa nada”

“Y qué querías?”.

“Pues verás, ayer quedé con Esperanza y la verdad es que fue todo un poco soso, así que he pensado comprarle algún detallito, para ver si la cosa se anima”.

“Mira Javi, a las mujeres nos gustan las flores, los bombones y las colonias, así que ya tienes pistas”.

“Gracias Cata, ya sé que siempre puedo contar contigo. Ya te contaré”.

“Adios Javi”.

“Adios Cata”.

Me quedé un rato pensando y al final me decidí por lo más sencillo………… la colonia.

Y quien mejor para darme un buen consejo sobre qué colonia comprar, que mi amiga Ana.

Marqué el teléfono de Ana.

“Hola Ana, que tal estás?”.

“Hola Javi, cuanto tiempo sin saber de ti”.

“Si hija, es que ando muy liado”.

“Bueno y que te cuentas?”.

“Pues mira, te llamaba, porque no sé que colonia comprar para una chica y claro, como tu te dedicas a la cosmética, me he dicho, pues llamo a Ana, a ver qué me dice”.

“Por cierto Ana, se oye mal tu teléfono, es como si estuvieras en la calle, lo mismo te pillo ocupada”.

“La verdad es que estoy en la cornisa de mi edificio”.

“Cornisa?? Y qué haces en la cornisa????”.

Pues mira, estoy harta de vivir, me han despedido de la tienda de cosmética, mi novio de ha dejado y el perro se ha hecho caca en la alfombra persa del salón, así que ya no quiero vivir más”.

“Pero Ana………………Ana…………..espera mujer y no hagas una locura, que voy para allá”.

“Déjalo Javi, ya nada merece la pena”.

“AAAAAAAAAAANA, que voy para allá”.

Cogí las llaves del coche y salí disparado hacía la casa de Ana.

Cuando llegué, aparqué el coche en doble fila y salí corriendo hacía la entrada del edificio.

El portero de la finca me miraba con extrañeza y antes que pudiera decirme nada y mientras yo corría hacía el portal le dije: “No he podido dejar el coche mejor aparcado, esto es una emergencia!!!!.

A lo que el portero contestó: “ Se ha dado usted cuenta, de cómo va vestido??”.

Miré mi vestimenta según seguía corriendo y no, parece ser que no me había dado cuenta, DE QUE AÚN SEGUÍA EN PIJAMA!!!.

Pero no importaba, tenía que ayudar a Ana……….

“Por favor”, dije al portero, “Necesito que me habrá la puerta del quinto derecha, mi amiga Ana, está en la cornisa de su terraza”.

La cara del portero cambió de color y corriendo hacía mi, me acompañó para abrir la puerta del portal primero y la puerta de la casa de Ana después.

Entré en la casa y me dirigí hacia la terraza del salón, en donde ví a Ana que estaba por fuera de la barandilla y apoyando sus pies en la cornisa del edificio.

“Ana!!!” dije lo más calmadamente que pude, “No te muevas, por favor!!!!”.

Ana tenía la cara llorosa y se sujetaba a la barandilla de la terraza, pero por fuera.

“A ver mujer”, dije yo “Por qué no te pones en el otro lado de la terraza y así podemos hablar”.

“NO quiero!!!!!!” dijo ella.

“A ver Ana, que si no te metes dentro, voy a tener que salir a cogerte y ya sabes que tengo mucho vértigo mujer”.

“Que no me da la gana!!!!!”, dijo ella.

Así que no me quedó otra, que salir a la terraza y desde la parte interior de la misma, abracé a Ana para sujetarla.

Mi cara quedó en su hombro derecho y yo veía pasar por ahí abajo los coches y las personas. Mi estómago empezó a centrifugar.

-No mires abajo- me decía a mi mismo, mientras sujetaba con fuerza a mi amiga.

“Ana por dios!!!.....entra de una vez”.

“Que no!!!!”, dijo ella de nuevo.

“Que si entro voy a tener que limpiar la caca del perro de la alfombra y no me apetece”.

“Ana, no te preocupes, que ya la limpio yo, pero entra de una vez”.

“Mira Javi, si entro, tienes que prometerme una cosa”.

“Te prometo lo que tu quieras y si lo prefieres te lo dejo firmado, pero entra ya!!!!”.

”Vale está bien, entraré, pero deja ya de abrazarme tan fuerte, que no me dejas respirar”.

“Uy perdona hija, pero es que me estoy empezando a marear con tanta altura”.

Ayudé a Ana a entrar al interior y mis piernas empezaron a dejar de temblar.

“Pero cómo se te ocurre hacer una cosa así mujer?”.

“Me has prometido algo?”.

“Quién yo?”.

“Si, tu has dicho que si entraba me prometerías algo”.

“Vale y qué es?”.

“Quiero que te cases conmigo”.

“Qué sentido del humor tienes”.

“Sentido del humor????................a que me tiro!!!!!!!!!”

“Que no mujer que no, que era broma”.

“O te casas conmigo o me tiro!!!!”

“Pero que manía te ha dado con tirarte!!!!”

“Entonces qué?........boda……..o abismo???”.

“Mira Ana, yo sé que has debido (o que has bebido) tomar algo y te está sentando fatal, por qué no te acuerdas que ya fuimos novios hace 30 años??? y que me dijiste que ya no me querías???”.

“Si, es verdad, pero la cosa ha cambiado”.

Si que ha cambiado si, pensé yo, ahora estás más loca que una cabra.

“A ver Ana, que tengo novia formal”.

“Que tienes novia????”.

“Bueno casi”.

“Cómo que casi???”.

“Acabo de conocerla”.

“Y a eso le llamas novia formal???”.

“Me refería a que quiero que sea mi novia formal, pero que aún no lo es”.

“Tu eres idiota!!!!!”.

Ya empezamos.

“Imbécil!!!!!”.

“Ana…”

“Y además tonto del culo!!!!!”.

“Ana…”.

“QUÉ???????”.

“Que si me puedes decir que colonia le compro”.

“Mira chaval, vete a la mierda!!!!!!!!!!!!!!”.

“Me iré, pero si prometes no tirarte”.

“Me voy  tirar, pero justo cuando tu pases por debajo de mi terraza!!!!!, a ver si con suerte te caigo encima!!!!!”.

Mi fui de casa de Ana y cuando llegué a la mía, me puse a meditar por qué no caigo bien a las mujeres.

La conclusión fue aplastante………………las mujeres no me entienden.

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