jueves, 6 de noviembre de 2014

Capítulo 24 - Lo conseguí !!!!!! (Parte 3)


Estuve dos horas esperando bajo ese Sol abrasador en la puerta de “El Grano” y después de preguntar a no menos de 30 mujeres si eran Esperanza, la mía, mi esperanza, se terminó por diluir, así que no tuve más remedio que marcharme a casa.

Prefiero no acordarme de las sensaciones tan “agradables” que produje a los viajeros que me acompañaron durante mi vuelta al hogar, aunque no puedo obviar que mi hedor produjo varios desmayos y no pocos vómitos, así como la salida en estampida de todos los viajeros de mi vagón, en cuanto éste paró en la siguiente estación.

Cuando llegué a casa, había un mensaje en el contestador de mi teléfono fijo:

“Hola Javi, soy Esperanza.

Perdona pero no tengo el número de tu teléfono móvil, así que no he podido avisarte antes y por eso te dejo este mensaje.

Justo cuando iba a salir de casa, me llamó el vecino de abajo y me dijo que le estaba inundando.

Bajé a ver y efectivamente alguna de las tuberías de mi casa debía haberse roto, porque el techo de mi vecino parecía una piscina invertida.

Bueno, ya hablaremos”.

Cogí el contestador y lo tiré contra el suelo.

Cogí mi ropa y la quemé, que daba asco como olía.

Cogí………………….y me metí en la cama, aunque solo fueran las seis de la tarde.

Al día siguiente y cuando desperté, solo podía pensar en llamar a Esperanza, así que la llamé:

“Hola Esperanza”.

“Hola Javi”.

“Arreglaste ya lo del agua?”.

“Si ya está solucionado”.

“Me alegro”.

“Gracias”.

“De nada”.

“Oye Esperanza, cuando te venga bien, me gustaría que volviésemos a quedar”.

“Si claro Javi, y perdona por haberte dejado tirado, pero claro, no podía hacer otra cosa hijo”.

“Si, lo entiendo, no te preocupes”. (Me rompí dos dientes de apretarlos mientras decía esta frase).

“Y cuando crees que podremos quedar Esperanza?”.

“Si quieres, mañana mismo”.

Mi cara cambió de expresión al oír aquellas palabras.

“Me parece bien, dime dónde?”.

“Conoces la discoteca “Aires”?, la que está en la calle David Anchoa?”.

“No la conozco, pero sabiendo la calle ya me encargo de buscarla”.

“Vale, pues nos vemos allí mañana sobre las 22 horas, si te parece bien”.

“Si claro, allí estaré”.

“Pues hasta mañana entonces”.

“Hasta mañana”.

Ahora ya me sentía mejor, por lo menos Esperanza quería quedar conmigo.

Al día siguiente, estaba yo a las 21:30 en la puerta de entrada de la discoteca “Aires” de la calle David Anchoa, cuando de pronto, apareció una mujer de tez morena, enormes ojos y unas caderas que daban vértigo verlas.

“Hola, eres Esperanza verdad???”.

A lo que ella contestó: “Si claro”.

Sin poder evitarlo, me acerqué a ella y le di dos besos en la cara.

Ella me sonrió y me dijo: “La verdad es que eres un chico muy majo”.

“Gracias” dije yo. “Tu eres una mujer preciosa”, añadí.

“Oye Esperanza, en vez de entrar aquí, que seguro que no podremos ni hablar, por qué mejor no vamos a un sitio más tranquilo?”.

“Claro que si, vamos donde te parezca mejor”.

Caramba! Pensé para mis adentros, así da gusto.

Fuimos andando calle abajo mientras hablábamos de nuestras cosas.

Esperanza era un encanto, sonreía por todo, tenía una excelente conversación y era guapa de morirse. 

Ahora sé porque me gustaba tanto desde el principio, es que tengo un ojo estupendo para esto de ligar, bueno lo tengo a partir de hoy, porque hasta ahora, el ojo lo debía tener seco.

Fuimos a una pequeña cafetería y tomamos café con leche.

Yo estaba encantado con la compañía de aquella mujer y creo que ella también estaba encantada e incluso empecé a percibir, que ella estaba empezando a enamorarse de mí.

Terminados los cafés, yo propuse a Esperanza que cenáramos en un pequeño pero coqueto restaurante que hay cerca de mi casa, a lo que ella me respondió con un “SI” rotundo.

Lo pasamos en grande y cenamos de maravilla y yo creo que ninguno de los dos se había reído tanto en su vida.

Terminada la cena, me lancé:

“Esperanza, ya sé que acabamos de conocernos, pero y si no te parece demasiado atrevido, me pregunto si te gustaría tomar una copa en mi casa?. Es que está aquí al lado y así podremos rematar esta noche tan especial”. (He dicho rematar?, joer, cada vez me peleo más con las palabras).”

Pero Esperanza, en vez de mandarme a la mierda, esbozó una preciosa sonrisa y me dijo: “Estaré encantada”.

Ufff, casi se me sale el corazón al oír ese si.

Subimos a mi casa y le dije a Esperanza que se pusiera cómoda, y que mientas yo, prepararía un par de cócteles.

Tardé unos cinco minutos en preparar la bebida y cuando regresé al salón, vi a Esperanza que estaba tumbada en el sofá, solo con un par de medias altas terminadas en un liguero, un tanga y un sujetador que no dejaba lugar a las dudas.

Yo con cara de idiota (como siempre), me quedé con la boca abierta, mientras mi amada Esperanza decía: “Bueno chato, creo que ya va siendo hora que me pagues el servicio.

Ya me dijo Mauricio que eras un tipo un poco especial y vaya que si lo eres, pagar 500 euros  a una prostituta por invitarla a cenar, ya te vale!!!!!.”.

No sé que sonó primero al caer, si los cócteles o mi cuerpo desmayado, lo único que recuerdo después de eso, es ver mi cartera abierta y vacía de dinero.


En el contestador parpadeaba una luz, indicando que había algún mensaje. Me acerqué a él, pulsé “play” y una voz de mujer dijo: “Hola Javi, llevo dos horas esperándote en la puerta de “Aires” y tu no apareces, ya veo que no te intereso los más mínimo, así que me marcho y no vuelvas a llamarme…………IMBÉCIL!!!!!!!!!!!!!!!!.

2 comentarios:

  1. jajaja,,,,,,yo creo que contestaba por cualquier nombre......jajaja....la proxima vez pidele el numero del telefono movil....jajaja

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  2. Pues acabas de darme una idea !!!!!!!!!!!..........................jajajajajaja.

    Gracias como siempre Mike.

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