No me lo podía creer.
Dejé al amor de mi vida esperando
en la puerta de aquella discoteca.
Pero me armé de valor y la
llamé……….
“Hola Esperanza……………”
“Idiota”
“Espera no cuelgues, por favor”
“Que no te cuelgue?”
“Si, déjame que te explique”
“Qué me vas a explicar?, estuve
allí sola como una boba”.
“Lo sé, pero
espera y te cuento”.
“Mira, no sé
porque lo hago, pero venga, explícate”.
Le expliqué con
detalle lo que había sucedido………………
“Jajajajaja”, se
oyó al otro lado del hilo telefónico.
“Mira Javi, o
eres mentiroso profesional o tonto de remate”.
“Pero mujer y yo
qué sabía, si no te conozco!!!”
“Bueno mira, te
creeré”.
“Gracias
Esperanza. Y cuando podemos vernos?”
“El sábado que
viene después de trabajar, podemos quedar”.
“Gracias de
nuevo. Trabajas los sábados y a qué te dedicas?”
“Soy
representante de alargadores de penes y de Tapersex”.
“Glups”.
“He oído un
Glups?”
“No que va, es
la cafetera, que hace ruidos”.
“Ah vale, no
tendrás algún inconveniente con ello verdad?”.
“No, nada, que
va, si yo tengo un alargador de esos, me lo compré en el Teletienda
y……….(joder!!!!, pero que le estoy contando?), pero no lo uso eh!!!, que no me
hace falta (me acabo de meter en un charco, que a ver como salgo de él), fue
por curiosidad y la verdad es que lo tengo guardado en la mesilla de noche.”
“Jajajaja, si,
ya, seguro”.
“De verdad mujer
que no uso esas cosas, bueno ahora que te conozco, lo mismo si las empiezo a
usar (juuueeer), me refiero, que ahora
que sé que tu eres una experta en alargar penes (he dicho eso es voz alta?),
que lo mismo me recomiendas algo….bueno que cuelgo………..
Y colgué.
Pero tu eres
imbécil!!!!!!!!!!!!!, me dije a mi mismo, pero cómo se te ocurre decir esas
cosas y todo por intentar agradarla, dios es que no aprenderé nunca.
A los cinco
minutos………….
“Hola
Esperanza”.
“Jajajaja”.
“Perdona chica,
es que no quise decir eso, solo pretendía………..”.
“Bueno no te
preocupes, tenerla pequeña no es malo, salvo que sea muy pequeña. Jajajajaja”.
“Esperanza, que
no es eso, es que a veces no expreso bien lo que quiero decir (so bruja pensé).
Mira, porque no quedamos y nos conocemos en persona, así puedes comprobar que
no miento, (coño otra vez), digo sobre que tengo interés en saber como eres”.
“Bueno, está
bien, pero es tu última oportunidad, así que aprovéchala o no me ves el pelo en
tu vida”.
“Si me
aprovecharé, digo que no faltaré a la cita” (yo ya no sé, si solo soy idiota o
es que tengo algún cromosoma suelto).
“Venga dónde lo
hacemos?, dijo Esperaza”.
“Qué?”.
“Qué dónde quedamos
esta vez?”.
“Ah eso, pues
mira, mejor en un sitio donde no haya demasiada gente, que luego pasa lo que
pasa”.
“Dónde
entonces?”.
“Conoces el
parque botánico?”.
“Si y es un
asco, me dan alergia todas las plantas”.
“Pues justo por
eso, a dos kilómetros de ese parque, hay una cafetería que se llama The Thé,
está en la calle Berdunmingorez”.
“No la conozco,
pero la buscaré”.
“Por cierto
Esperanza, por qué no me das tu número de teléfono móvil, por si nos perdemos
otra vez”.
“Vale toma nota,
pero como no aparezcas o te pierdas o te vayas con alguna mujer que no sea yo,
ni se te ocurra volver a llamarme, DE ACUERDO?”.
“Vale, no te
preocupes, que allí estaré”.
Bueno, parece
que al final la cosa no ha salido mal y que he podido arreglar el desastre de
conversación que he mantenido con Esperanza.
Me senté en el
sofá de mi casa y rememoré toda la conversación que había tenido con ella,
sobre todo la parte en donde me decía que quedaríamos el sábado.
Yo no sé cuanto
tiempo estuve así, pero no podía evitar que mis pensamientos volasen hacía el
día de la cita, una y otra vez.
Necesito pensar
en cómo ir vestido y en qué colonia echarme, para que no me vuelva a ocurrir lo
mismo de la otra vez.
Y esta vez nada
de dar las cosas por sentado.
Por cierto? Y
cómo sé que no me voy a equivocar de nuevo?.
Mejor llamo a
Esperanza y le pregunto cómo es.
“Hola, soy yo,
que quiero asegurarme que esta vez no meteré la pata, pero para eso, tengo que
saber cómo eres y cómo irás vestida.”
“Hola Javi, pues
mira, no se como iré vestida el sábado, pero ahora mismo estoy en pijama y no
estoy de buen humor, PORQUE SON LAS ¡DOS Y CUARTO DE LA MADRUGADA ¡!!!!!”.
“Uy, perdona, no
me había fijado en la hora.
“No pasa nada,
tranquilo, ahora ya estoy despierta y cabreada como una mona”.
“Mujer, que no
me di cuenta”.
“En fin, soy
morena, mido 1,70, tengo el pelo rizado y los ojos marrones.
“Ya, y cómo irás vestida?”.
“Pues ahora
mismo no sé, imagino que lo decidiré el mismo sábado”.
“Gracias
Esperanza por tu ayuda, así seguro que no me equivoco. Ah y buenas noches que
descanses.”
No sé si me he
dejado algún dato sin memorizar, porque me da la sensación, que me ha dado la
descripción de la mitad de la población femenina de este país.
Da igual, tengo
su número de teléfono móvil, así que cuando esté en la cafetería, la llamo y
listo.
Es que soy un
genio!!!!!!
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